sábado, 17 de julio de 2010

HISTORIAS DE TAXIS




Hola...Nuestro sábado amanece entre gente de España, que nos reconforta contando sus ideas en esta vuelta a Perú.
Los enanos nos saludan como todas las mañanas entre abrazos, besos de galleta y palabras dulces. Qué mejor forma de abrir el día, no?
Tenemos la suerte de empezar a encontrar un lugar por aquí, rodearnos de gente de Arequipa, conversar y escuchar historias lindas, entrañables o tremendamente espeluznantes. Quien a priori parece alguien de quien deberías protegerte, termina contándote algo interesante de este lugar y abriéndote su corazón. El otro día sin ir más lejos montamos en un taxi y temimos durante un buen rato si habíamos elegido bien. Sin licencia, sin número de placa, aspecto sospechoso, creí por un momento que no era de aquí y podría ser un infliltrado, algo habitual por las noches en determinadas compañías de taxis. Hemos escuchado historias reales de gente cercana que han llevado a las afueras y saqueado a lo bestia, limpiado tarjetas de crédito... lo que nos tiene alertas y a veces, a pesar de buscar compañías fiables, nos hace senir miedo. Esta persona, precisamente, terminó siendo alguien encantador. El miedo nos llevó a empezar una conversación con él, quien confesó sus miedos durante la noche, la confianza que deposita en cada una de las personas que nos montamos en el taxi. Confianza mutua, claro, pero que pudimos ver también desde su lado en esta ocasión. Hablamos de la forma de ganarse la vida de la gente acá, de que cualquiera saca cuatro cosas a la calle y monta un puestecillo ambulante, cómo la policía lo pasa por alto... está todo lleno, sería imposible regularlo, además es un modo más de comer!! Cuánta pobreza. Nos enseñó dónde se ejerce la prostitución, la mayoría de las veces en locales, hay pocas prostis por las calles, pero también hay zonas habituales, claro... Un señor dulce y encantador. Cogemos alrededor de cuatro taxis diarios y anoche coincidimos con un chico que ya nos había llevado otro día al centro. Cuando nos dimos cuenta empezamos a reir y a charlar con él como unas locas. Es un chico joven, que nos contó que había estudiado desde pequeño en Circa, la asociación en la que estamos, que conocía a los responsables, al fundador, había dormido en nuestra residencia en programas que realizan de respiro... Compartimos un rato estupendo. Ahora, nos contó que ha retomado sus estudios, ahora hace Derecho y trabaja todas las tardes. Deseando terminar su formación junto a su chica y casarse. Un chico responsable, estupendo... Cuánta buena gente circula por aquí. Empiezan a ser más realistas con las grandes necesidades de su país y a frenar un poco en el tema de irse pronto de casa y llenarse de hijo. Hay una progresiva toma de conciencia en la juventud que nos encanta descubrir.Ya de paso le contamos nuestras cosas y nos dio su teléfono para llamarle por las noches y tener alguien de confianza.

Con otro taxista la anécdota la protagonizó Begoña... cargadas con las maletas, medio muertas de caminar por las calles empedradas de La Paz... apuradas por llegar a coger el autobús que nos llevaría de vuelta a nuestro lindo Perú, de gente tierna y encantadora. La calle principal de la capital boliviana llena de coches que circulan en un caos absoluto, conseguimos llegar al otro lado y ¡¡TAXI!! Ese es nuestro!!! gritamos. Son las siete de la mañana, aquí esta gente parece estar siempre en la calle. Bego se aproxima, consigue alcanzar la ventanilla del conductor:
-La estación de autobuses?? -pregunta.... Por qué pregunta, no lo sé, cuando lo normal es montarse y decir hacia dónde vamos... Elena y yo nos acercamos entre la multitud, sonrientes, por fin... y de pronto, el taxi se va. Nos quedamos con la mano extendida para abrir la puerta, al borde de la carretera.
-Ehmm? Qué ha pasado? -preguntamos. Bego contesta como en bajito.
-Le pregunté y me dijo que en aquella dirección.
No dábamos crédito!! Por qué preguntaste???
-Ay, no sé, tía.... jajajjaja. A reír y reír otra vez de lo absurdo de la situación, de las cosas que hacemos sin sabér por qué, de este ir y venir con loa bártulos a lo gitanas, pasando buenos y algún que otro mal momento.

En otra ocasión, hablando un poco más de historias de taxis y taxistas, me viene a la cabeza la vez en que saliendo de un cole la directora nos paró un taxi que recogía a tanta gente como pudiera albergar. Allí que nos mete para un trayecto larguíiiisimo. Elena y Begoña detras, con otras dos persona, Bego con el culo en pompa, casi de pie, con su cabeza entre la del conductor y la mía que iba de copi... los carteles del cole, las mochilas, los forros polares, los fulares, la señora con el culo de la Bego en la cara, casi sentada sobre las piernas de su acompañante, otro desconocido, aquí se intima de lo lindo, pensé yo, sales con novio del taxi fijo...Digooooo. Y así hasta la Plaza de Armas de Arequipa con la sensación de ir a vender "malocotones". De esta hay foto tronchadas,cómo no.

Y para cerrar esta entrada con otra de taxis, cómo no una de las mías, de las Lurdadas peruanas donde no se me ocurre un lugar mejor para ponerme el abrigo que dentro del taxi con estos brazos tan cortitos que Dios me ha dado. Cómo no... mi mano fue a parar a la cara del taxita... qué descontrol corporal, madre!!! Otras risas y pa casa
Hoy seguimos con nuestras cosas y además vamos a ver, si podemos a "La momia Juanita". Uhhh!! Un beso fuerte.

Lupi di lú

4 comentarios:

  1. ¡Con dos cojones!, que diría alguno...Hoy abro el blog por primera vez. Te buscaba...Me he acordado más veces pero ando con mis tontas rutinas (comparadas con tu nueva actividad) de limpieza y piscina, y hasta hoy no te leo. Me alegro de saber de ti, tan directamente y me pareces supervaliente enfrentándote a esta nueva forma de vida en tu tiempo libre. Ánimo Lurdes y muchos besitos. Desde aquí te mando un poquito de fuerza. Te quiero. Cuidate

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  2. Se de tu nuevo proyecto,no me sorprende las narices que has tenido de enfrentarte a ello y me alegra compartir tus vivencias así como la felicidad que trasnsmites.Un besote de la Milus del Torrente.

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  3. Gracias Mila, esto es algo sorprendente, bonito y triste a la vez. Ya estoy temiendo el día de la despedida, hay muchos instantes tiernos donde veo mucho apego y creo que me va a costar un pelín decir adiós a mis niñas. Intento aún así, estar tranquila y no darlo todo a tope pero se me escapan por los poros las emociones. Uf...Gracias por vuestras aportaciones, compi!!! jiji. Y un besazo fuerte. Me debes un café en tu casa todavía, jajaja.

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  4. Julietta!!! amor... qué guay leerte por aquí, me alegra que hayas recordado que este sería mi medio de contacto con mi otro mundo para compartir todo lo que por aquí se respira . Es sorprendente el contraste cultural, la forma de vida, la gente, sus miradas, su dulzura. Qué tristemente están repartidos los recursos. Tenías que ver cómo saludan los niños al entrar en sus clases... Me mondo. Buenos días señorita Lourdes-los mayores y los peques: Buenos días amiguita... Me los como!!!jajaja. Un beso, reina y gracias.

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